Nasó 5778

A parasha desta semana tem como principal mensagem a persistência e resiliência em nunca desanimar,apesar de alguns insucessos, uma realidade muito presente na minha vida. Vale ler , pois é a minha filosofia de vida.

Wolf Gruenberg

Nuestra Torá nos regala el presente Shabat, Su Brajá. La única contenida en ella y que nos habrá de llegar, a cada uno y uno de nosotros por medio de los Cohaním, los recipientes humanos que se tornarán vasos comunicantes para transmitir la palabra de El transformada en Brajá...Los hijos de Leví –nietos de Iaacov- son ahora los responsables.

Bendición es un fluir constante. Es pasar y traspasar el noble contenido de la vida al que está junto a mí y también al que viene... ¿Cuál es el punto de partida de la bendición? “Co tebarejú et Benéi Israel, amor lahém…”. ‘Así habréis de bendecir a los Hijos de Israel: les dirás a ellos’.

Hay un comienzo sugiere la Torá. ‘Có’. Lo tradujimos como ‘así’. Y en hebreo el vocablo quiere significar también: ‘desde aquí’…

El sabio Ben Ish Jai enseña –tal como nos tiene acostumbrados para el asombro-, que la palabra ‘Co’, sus dos letras suman el equivalente numérico de 25…Y el autor sugiere que la ‘palabra número 25 de la Torá, al inicio de la Creación es ‘Or’, o sea Luz…’.

Bendecir desde la Luz que ilumina el mundo…HaShem es esa Luz, y allí el punto de partida para cada Brajá y Brajá.

“Que HaShem Te bendiga y te cuide. Que HaShem Te ilumine con Su Presencia y Te conceda sabiduría. Que Él Te eleve en tus caminos y Te conceda la paz...”.

En hebreo se la conoce como la “Brajá Meshuleshet”, la bendición triple. Tres renglones. Tres niveles. Que van ‘in crescendo’. Tres palabras. Luego Cinco y por último Siete. (en el original hebreo!).

Un total de Quince palabras para decirlo simplemente: La Bendición no está en lo ‘mucho’ de la cantidad. A veces, quince palabras son suficientes para hacer del otro alguien singular, amado, elegido...bendito.

Cuando arribamos a esta perashá, comprendemos el sentido de la ‘Breijá’ y la ‘Brajá’: poder percibir el Todo allí donde lo podemos y debemos sentir. No necesitamos ‘tenerlo todo’ para ser benditos. Necesitamos ser recipientes, ante todo. Y cuando sentimos que podemos recibir, allí comienza la inagotable tarea del dar... Dar Luz, dar de Su Luz para poder habitar en medio de los días y las noches.

Bendecir a alguien es traer el mundo de Bereshit con las manos extendidas del Cohen y los corazones abiertos al amor y la comprensión de cada iehudí…

Bendecir es prodigar luz. Entonces la Brajá arroja un haz de infinito sobre cada uno y uno, y a partir de allí, somos todos, propulsores de luz. Luz de vida, Luz de Torá, Luz de sabiduría. Una vida significativa a la cual ‘daremos a luz’…

“Entonces ellos pondrán Mi Nombre sobre los Hijos de Israel, y Yo los Bendeciré” dice D´s al final de la Brajá. Ser recipientes para ser portadores, para más tarde, ser dadores...Nada más simple, nada más hermoso.

¡¡Shabat Shalom UMeboraj!!!

Con amor eterno desde la cuna del pueblo eterno,

Vivi y Moti Maarabi

Ra'anana, Israel